1) Limpieza: a la noche
Al final del día, es fundamental limpiar el rostro para quitar los restos de maquillaje, las células viejas, la suciedad, el polvo y las bacterias. También, la higiene ayuda a que la piel se oxigene, al quitar las obstrucciones que podían tapar los poros. Luego de la crema de limpieza, lavarse con agua tibia (ni caliente ni fría).
2) Humectar: a la noche
Después de la limpieza, aplicar una loción o crema humectante, según el tipo de piel. La Academia Americana de Dermatología recomienda usar para la noche algún producto que contenga retinol, péptidos o factores de crecimiento, para reparar los tejidos.
3) Lavarse: por la mañana
Al comenzar el día, es necesario volver a limpiar la piel, para retirar las toxinas y la grasa eliminadas mientras dormimos. “Por la mañana, sólo necesitamos lavarnos con agua. No hay que excederse con la limpieza; si no, se corre el riesgo de quitar la capa lipídica natural de la piel”, agregó la Dra. Raquel Coronel.
4) Humectar: por la mañana
Luego de lavar la cara, se la debe nutrir, para que mantenga la humedad y elasticidad. Para ello, aplicar una crema humectante o loción nutritiva en toda la cara y el cuello. Además de mantener la piel saludable, ayudará a tener un rostro luminoso y suave. Y a la vez, al humectar la piel, se estarán previniendo las arrugas.
5) Protector solar: antes de salir
Con la piel limpia y humectada, ya estamos casi listas para salir. Sólo falta un detalle: la protección solar. Aunque uno no se va vaya a tirar al sol, basta caminas unas cuadras o pararse en el patio a tender la ropa para que el sol nos queme la piel y deje manchas, además de correr el riesgo de contraer cáncer de piel. Elegir factor de protección 30, para arriba.
El sol envejece la piel
El mito de que una piel bronceada es una piel saludable, ya ha sido desmentido. Por el contrario, los rayos ultravioletas (UVA Y UVB) pueden producir lesiones, daños en el ADN y envejecimiento prematuro de la piel. Cada año, se diagnostican alrededor de dos millones de este tipo de cáncer, según la Academia Americana de Dermatología.
6) En caso de acné
Si tienes un granito, ¡no te lo toques! “Apretar los granitos puede dejarte una marca para siempre”, aclara la Dra. Coronel. Según la experta en piel, si se trata de un solo granito, se puede aplicar algún producto como ácido salicílico, que ayuda a secarlo. Pero, ¡jamás apretar los granitos! Además de las cicatrices, al tocarlos, ¡se pueden contagiar al resto de la cara!
7) La belleza, ¡entra por la boca!
Para tener una piel tensa, luminosa y sin arrugas, es fundamental la hidratación. No sólo de la misma piel. Es necesario tomar agua. Además, la dieta ayuda a que la piel tenga las vitaminas y nutrientes indispensables para mantener su elasticidad y firmeza. Agrega a tu alimentación más vegetales frescos, frutas, granos enteros y proteínas sin grasas.
8) Para las ojeras
Más comunes en las personas que duermen poco, las ojeras, según explica la Dra. Coronel, tienen dos componentes: el edema (acumulación de líquido) y la pigmentación. Para aliviar el edema y desinflamar las ojeras, se pueden aplicar compresas de algún descongestivo, por ejemplo, té de manzanilla. Si el problema es la pigmentación, ¡consultar al dermatólogo!
9) Para tener una piel sana, ¡no exfoliar!
La proliferación de productos “exfoliantes” instaló en las mujeres la costumbre de exfoliar la piel a menudo. Pero para los expertos, esto es un error. “Las cremas con gránulos no exfolian y además irritan la piel”, expresó la dermatóloga.
10) Hacer algo por la piel cada 12 horas
Para comprobar lo importantes que son los cuidados anteriores, la Academia Americana de Dermatología recomienda “no dejar pasar más de 12 horas sin aplicar algún tipo de tratamiento o producto para la piel (la pantalla solar es válida)”: limpiar, tratar, prevenir.